Clafoutis de cerezas

martes, 6 de agosto de 2013

El clafoutis es una tarta típica francesa compuesta de cerezas bañadas con una masa similar a los crepes. Es bastante sencilla de elaborar y muy vistosa. La descubrí en un viaje a la provenza francesa, concretamente en Arlés y decidí probar a hacerla, más que nada por Ismael. A mi no me llamó mucho la atención, pero a Ismael si que le gustó así que la apuntamos en nuestro cuaderno de bitácora.

Buscando por Internet, encontré una receta que me convenció de la web Directo al paladar.

Ingredientes
2 huevos L
80 g de azúcar (yo puse 100)
30 g de almendra molida
20 g de harina
100 ml de leche entera
200 g de cerezas.
Una cucharadita de esencia de vainilla.

Preparación
Precalentamos el horno a 180º C con calor arriba y abajo. Engrasamos y enharinamos un molde de 20cm.

Deshuesamos las cerezas. Reservamos.

Batimos los huevos con el azúcar, la leche y la vainilla. Agregamos la almendra molida y la harina tamizadas, mezclamos muy bien.

Repartimos las cerezas por toda la superficie del molde.

 Vertemos con cuidado la masa con  ayuda de un cazo.

Horneamos sobre rejilla, segunda altura del horno durante 30 minutos o hasta que haya cuajado. Dejamos unos minutos que enfríe y aún caliente decoramos con azúcar glass.

Se aconseja comer caliente. Conservar en nevera.


Humilde opinión:
Como ya he dicho anteriormente ésta tarta deja mucho que desear. Para mi es bastante sosa, le falta sabor, vamos que no la voy a volver a hacer. Para gustos los colores.
Ya que me sincero, os contaré que éste dulce estaba gafado. Aparte de que me decepcionó bastante, me di cuenta que las apariencias engañan (en las fotos se vé precioso), lo dejé toda la noche a temperatura ambiente cubierto con papel albal. Con la sorpresa de que a la mañana siguiente, las cerezas debido al calor habían fermentado y se había quedado como un ácido emplaste que fue directo al cubo de la basura. Así que por la traumática experiencia, deduje que debía de haberlo metido en la nevera, menos mal que al menos pudimos probarlo la noche anterior, ajenos al trágico final.

De todas maneras si decidís hacerla, no deshuesar las cerezas, añadirlas enteras, que después leí por la red que el hueso le aporta otro sabor ( aunque no creo que el sabor suficiente para que se convierta en una delicatessen).
Cerca de la Plaza de la Constitución de Arlés probamos el clafoutis

2 comentarios:

  1. Buenas. Para gustos los colores. A mi me gusta comerla hasta fresquita. Yo lo he hecho sin almendras y le añado ralladura de sabor. Me gusta que las frutas tengan un toque ácido: cerezas, albaricoques, reinetas... (cuando lleva otra fruta que no sea cerezas se llama flougnarde).
    Es más denso y pesado que un bizcocho pero se hace en un santiamén y si lo dejo en la nevera mengua lentamente cada vez que apetece algo dulce fresquito.
    No es de mis favoritos, pero me gusta. Creo que lo mejora el saborcillo a limón (a quien le guste, claro).
    Una vez lo hice sin deshuesar y encuentro muy desagradable tener que estar sacandome huesos de la boca :( y no noté diferencia en el sabor (tal vez no tenga el suficiente paladar para apreciarlo :D )

    ResponderEliminar
  2. Hola Emeka, lo primero de todo es darte las gracias por tu comentario.
    Como ya leiste me defraudó bastante este tipo de pastel, me esperaba otra cosa. Pero no descarto probarlo con otra fruta o con un toque de limón, como dices.Me podiás pasar la receta que tú haces y volver a darle una oportunidad al flougnarde( sería en este caso porque tengo intención de hacerlo con manzanas) y a ver si me puedo reconciliar con él :-)

    Besos.

    ResponderEliminar